Este es un proyecto de esos que, no por simple a primera vista, carece de complicación.
La habitación era minúscula y necesitaban una cama para dos jovencitas que, además, también querían su propia mesa de estudio cada una.
El cliente ya sabía que la solución pasaba por algo «parecido» a lo que ya tenían, en este caso, unas literas. Lo grande de este proyecto es el cambio total que se le dio a la habitación, tanto físico como en cuestión de funcionabilidad. Teníamos la ventaja de contar con un armario empotrado con lo que nuestros esfuerzos se centraban en buscar la mejor solución para la zona de cama y de estudio.
Entre los problemas que nos encontramos estaba la anchura de la habitación, un pilar y un radiador que hacían que todo tuviera que ir aun más ajustado si cabe. También una ventana en la que había que salvar su apertura.
Veamos la habitación en planta para hacernos idea de sus dimensiones y de la complicación del proyecto con todas sus «exigencias».
Buscamos un fabricante que tuviera integradas las mesas de estudio en la estructura de una cama compacta y que los colores fueran los adecuados al gusto del cliente. Hayamos la solución con uno de nuestros proveedores, todos nacionales, que, además, nos proporcionó otra idea para evitar el radiador. Unas escaleras laterales para acceder cómodamente a la cama superior colocadas en el lado de la pared del radiador nos permitieron que las mesas de estudio fueran muy cómodas de usar por las niñas. Este módulo de escaleras laterales tiene una particularidad que al cliente gustó mucho. Son cajones apilados en forma de escalera y que tienen la función de eso precisamente, cajón. ¡Un aporte de almacenaje extra!
Dada la altura elegida para la cama pudimos salvar la apertura de la ventana ¡genial!
Aunque la habitación era pequeña era muy luminosa lo cual nos permitió darle un toque de color que animara la composición. Los tres grandes cajones de la cama compacta con mesas de estudio completaban y complementaban el aporte extra de almacenaje.
Las chicas encantadas, el cliente contento y nosotros también. ¿Qué más se puede pedir?
