Este proyecto se trata de adaptar una habitación para el cambio de un muchacho con unas necesidades concretas a un joven con otras completamente diferentes. El cambio de una etapa a otra de la vida.
La habitación contaba con una cama compacta que ya cumplió su papel pero que ahora se queda muy pequeña y, en cierto modo, incómoda para un chaval de 16 años.
El armario existente se “comía” gran parte de la habitación y más cuando la idea era cambiar a una cama de 150 x 200cm que era lo que demandaba el cliente. ¡Estos chavales crecen mucho!
Por otro lado, la mesa de estudio se había quedado muy pequeña y no cumplía con las necesidades de un chico de esta edad. El diseño general de la habitación era un sinsentido, una amalgama de cosas que se van poniendo con el paso del tiempo y que, al final, desmerecen el resultado final, tanto estético como práctico. La estética y la practicidad son pilares fundamentales de nuestros diseños, amén de la calidad.
Veamos el antes, el proyecto y el resultado final.
Se buscaba tener el máximo espacio para todas las zonas de la estancia. Zona de dormir, zona de estudio y zona de almacenaje.
La habitación contaba con varios retos que tuvimos que solucionar como paredes combadas, descuadradas y medidas con ángulos poco convencionales (ver planta). Soluciones con las que el cliente ha quedado muy satisfecho. El chaval es alérgico al polvo y había que pensar en cerrar bien cualquier recoveco donde pudiera acumularse.
Optamos por dar criterio a la estancia colocando una cama canapé tapizado abatible de 150x200cm justo entrando a la habitación, a mano derecha. Como en ese hueco estaba parte del antiguo armario y este, tenía una medida especial debido a una viga que cruza la estancia, aprovechamos ese hueco para crear un cabecero con unos arcones abatibles que ampliaban la capacidad de la habitación. El joven es un ávido lector y necesitaba sitio para guardar sus libros. Así pues, ese hueco se utilizó para hacer una especie de puente a medida, sujeto a ambos lados del hueco del antiguo armario, para ganar un espacio extra muy importante para esos libros o para lo que consideren oportuno guardar.
Seguidamente a la cama se colocó una hermosa mesa de estudio adaptada a la medida del ángulo que nos creaba esa pared. Un buen trabajo. La mesa se complementa con una cajonera y unas patas para darle un poco de ligereza visual.
En la otra pared colocamos un buen armario, bien distribuido por dentro, con buena capacidad y, para que no resultara “pesado” visualmente ya que queda situado al entrar en la habitación, justo en frente, se colocó un módulo zapatero que, además de ser práctico, ayuda a reducir el peso visual del armario.
El gran ventanal de la estancia es un punto de referencia dada la luz natural que entra por él así que decidimos dejarlo limpio, libre de cualquier mueble y aumentar así su protagonismo.
Para acabar, la elección de colores fue hacia la gama de maderas claras, tipo nórdicas, que combinan muy bien con el tono azul de la habitación que el propietario quería mantener.
Un proyecto muy bonito de realizar y de ver el resultado final con ese cambio total en la decoración, donde se han optimizado espacios y se le ha conferido un nuevo aspecto acorde con las necesidades actuales del cliente.
